viernes, 13 de diciembre de 2013

Habló la esposa del muerto

Publicado por el Otún.

Viviana Ramírez Ramírez, esposa del fallecido y quien oficia como testigo de la Fiscalía General de la Nación, narró lo que conocía acerca de los hechos.

Según Ramírez, el único problema que tenía su esposo era una deuda con Wilmar Vera de 25 millones de pesos, como parte de una inversión en una mina de carbón. Dijo, además, que la deuda lo tenía muy preocupado, ya que el exprofesor lo llamaba constantemente para presionarlo por el pago.

En  el juicio, Viviana fue enfática en manifestar que Alexánder había recibido el 15 de diciembre del año 2010 una llamada de Wilmar, en la que le expresó que  Manuel, quien tenía el poder para la explotación de la mina, lo había sacado del negocio.

Continuó su relato contando que cuando Alexánder llamó a Manuel a confirmar lo que le había dicho, este le respondió que sí, argumentando que Wilmar había empezado a crearle desconfianza ante los otros inversionistas y que por eso, de los 50 millones de pesos que Vera había invertido en la compra la mina, solo le iba a devolver la mitad. Esto fue lo que llevó a Alexánder a tomar la decisión de pagarle él los otros 25 millones de pesos, aunque no tenía esa suma.

La esposa del occiso manifestó que esa deuda era lo que empezó a descomponer al  exprecandidato, quien empezó a recibir llamadas, correos electrónicos del supuesto amigo y socio, presionándolo por el dinero, y que uno de ellos decía “Urgente se me esta acabando la paciencia”.
“Alexánder no tenía problemas, el único problema que tenía era la deuda de los 25 millones de pesos, él se sentía responsable porque fue el intermediador del negocio”, dijo su esposa.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Palabras desde la revista CRÓNICAS DEL QUINDÍO

Opinión / Noviembre 13 de 2013

No puedo visitar a mi esposo


Alberto Donadio
 Cedo este espacio a Ángela David, residente en Medellín y esposa de Wilmar Vera, un periodista preso en la cárcel de Armenia y acusado de la muerte de Alexánder Morales: “Empiezo por el final. Hace dos meses no puedo visitar a mi esposo, pues estoy desempleada y 17 meses en esta situación han acabado con todo ahorro. Desde el 6 de junio del 2012 hemos tenido que pelear contra la ineficiencia y la corrupción del sistema judicial de Pereira. No he podido comprender cómo es posible que un ciudadano, con una hoja de vida limpia, sin antecedentes, pueda ser declarado “un peligro para la sociedad” sin una investigación de por medio que dé fe de esa peligrosidad.

El 7 de junio, en las audiencias de imputación, la fiscal insistentemente pregonó que el supuesto testigo de cargos describió fielmente a mi esposo como un hombre con bozo. Con sorpresa pude comprobar al leer el expediente que a quien acusa el sicario es un hombre bajo y obeso, por ningún lado dice que tiene bozo. Además Wilmar ni es bajo y mucho menos obeso. ¿Si en el escrito dice una cosa, por qué la fiscal describe otra? El secretario de un juzgado me explicó que los jueces no leen los expedientes, que lo hacen sus secretarios y les pasan un resumen del mismo”.

“Si el juez Bustamante hubiera visto el expediente completo ¿se hubiera percatado de que ese hombre que tenía en frente no era a quien buscaban? Creo que es verdad que los jueces no leen ya que en el expediente que tiene el juzgado quinto penal de Pereira, hay un resumen del caso en donde se suprime mucha de la información que contiene el original que tiene la fiscalía 22.

Hay contradicciones de quienes rinden entrevistas en torno al caso. El proceso lo dilata la Fiscalía con diversas estrategias como la de enfermar a sus fiscales el día de las audiencias y cambiar de fiscal constantemente. Cuando pedí un observador en el proceso, que no sea de Pereira para lograr algo de objetividad, la respuesta de la Defensoría en Medellín fue que al contratar un abogado de confianza, habíamos renunciado a la protección del Estado.

No logro explicarme semejante cosa. ¿Por qué creo que el proceso no es un objetivo? Simple: la familia Morales pertenece a la rama judicial de esa ciudad, Gerardo Morales, sus hermanos, cuñadas, exesposa trabajan en varios juzgados, incluso en el Consejo Superior de la Judicatura, a donde se han enviado dos peticiones de segunda instancia sobre este caso. El juez exige un trato especial para los familiares de Alexánder Morales, por ser las víctimas, según sus propias palabras. ¿Cómo sabe él que ellos son las únicas víctimas? ¿Ya tiene decidido quién es víctima y quién victimario?”

jueves, 31 de octubre de 2013

Octubre 2013: Tropiezo paquidérmico otra vez

"Yo no patrocino las incapacidades, las acato": Directora de Fiscalías

El mismo fiscal que presentó una excusa médica el pasado lunes para no asistir a la reanudación programada hace tres meses, ayer renunció al caso.
En una entrevista con LaTarde la Directora de Fiscalías de Risaralda, María Gladys Martínez, manifestó que desde que inició la investigación por la muerte de Alexánder Morales en marzo de 2011, “solo han pasado por el caso dos fiscales, los cuales han sido Claudia Janeth Cristancho Vaca y Henry López Toro; este último retomaría sus labores el 5 de noviembre del presente año, ya que tiene una incapacidad médica. 

Lo anterior con respecto al pronunciamiento del Juez 5º de Conocimiento de Pereira, Carlos Andrés Pérez Alarcón, quien afirmó que no tiene presentación que una institución como la Fiscalía General de la Nación haya tenido seis fiscales para el caso y que ninguno se haya presentado a la reanudación del juicio oral, fijada para el pasado 28 de octubre luego de que ésta se había programado hace tres meses de anticipación.

 “Me sorprende que la directora de fiscalías patrocine una situación como esta”, dijo el juez Pérez, después de que le presentaran una incapacidad médica por parte del Fiscal 22 seccional suplente, José Ovidio Salazar Galindo, por la cual se tuvo que reprogramar el juicio para el día de hoy, sin embargo Salazar Galindo renunció al caso en las últimas horas.

“Yo no patrocino incapacidades, yo no soy médico para decirle a los funcionarios cuando se debe incapacitar o no... Eso es absurdo, es ilógico, yo solo respeto y acato las incapacidades médicas”, afirmó Martínez. 

La renuncia 
Frente a la renuncia del fiscal encargado del caso, José Ovidio Salazar Galindo la directora de fiscalías indicó que lo había hecho porque lo consideró como un “acto de sensatez, responsabilidad y absoluta cordura, tanto con la administración de justicia, como con las víctimas y con la Fiscalía, apartarse de la investigación porque no contaba con el tiempo suficiente para preparar su intervención en el juicio oral”.

Por lo anterior, las nuevas intervenciones en el caso Vera, serán el próximo 6 y 12 de diciembre, y el 20 y 21 de febrero de 2014. Mientras tanto, los tres detenidos permanecerán en las celdas de las diferentes cárceles asignadas, en donde ya van a completar 17 meses .

Los testigos de la Fiscalía, que es la parte que menos tiene, no han sido evacuados en su totalidad.

Dato
La muerte de Alexánder Morales se produjo el 18 de marzo de 2011 al mediodía en un restaurante del centro de Pereira, ubicado en la calle 22 entre carrera 5ª y 6ª.

lunes, 29 de julio de 2013

El Espectador, julio 29 del 2013:

Judicial |28 Jul 2013 - 9:00 pm

Está detenido desde el 7 junio de 2012

"Fui secuestrado por la Fiscalía"

Historia de un polémico proceso judicial que apenas comienza. Wílmar Vera Zapata, profesor universitario recluido en la cárcel San Bernardo de Armenia.

Por: Ana Cristina Restrepo Jiménez
Wílmar Vera (de rojo) y Jílder Aricapa, alias ‘El Indio’, detenidos por el crimen de Alexánder Morales. / Cortesía ‘La Tarde’Wílmar Vera (de rojo) y Jílder Aricapa, alias ‘El Indio’, detenidos por el crimen de Alexánder Morales. / Cortesía ‘La Tarde’
Las pocas imágenes que se han obtenido en las audiencias y traslados penitenciarios de Wílmar Vera Zapata tienen una particularidad: el acusado nunca oculta su cara.
El 7 de junio de 2012, Vera Zapata salía de una conferencia en la Fundación Universitaria Lasallista (Caldas, Antioquia), donde impartía cátedra, cuando lo llamaron de la rectoría. Allí lo esperaban seis agentes de la Sijín que lo capturaron por presunta autoría intelectual de un homicidio. El profesor se desplomó. Desde ese momento clama su inocencia.
La Fiscalía General de la Nación acusa a Vera de ser el autor intelectual del asesinato de su exalumno y amigo Alexánder Morales Ortiz, precandidato por el Partido de la U al Concejo Municipal de Pereira e hijo de Gerardo Morales, abogado y dirigente empresarial, y la psicóloga María Salomé Ortiz Hincapié.
La acusación contra el profesor se basa en el testimonio que rindió Carlos Andrés Velásquez Villada, sicario capturado y sindicado por ese crimen, quien entregó su primera versión un año después de cometido el asesinato (18 de marzo de 2011).
En octubre de 2012 Vera y su abogado, Andrés Felipe Jaramillo Restrepo, renunciaron al beneficio de la libertad por vencimiento de términos, para demostrar la inocencia y recuperar el buen nombre del acusado. Después de más de un año en prisión, el juicio apenas comenzó el pasado 4 de julio. Esta es la historia.

¿Quién es el acusado?

Wílmar Vera Zapata ha sido profesor de la Universidad Católica de Pereira y la Fundación Universitaria Lasallista. Su firma como reportero es recordada en Medellín, donde trabajó para el periódico El Colombiano. En la actualidad está recluido en el patio 1 de la cárcel San Bernardo de Armenia, conocido como el de “los violos”, porque recibe a los acusados de delitos sexuales, que correrían peligro en otras partes de la cárcel. Vera comenta que la mayoría de reclusos de ese patio tienen un perfil no agresivo.
Aunque su celda de tres metros cuadrados fue diseñada para cuatro personas, permanece habitada por ocho. Adentro tiene dos camarotes y tres estratos: “carretera”, “huecos” y “planchas”. Las planchas, media y alta, son los camarotes laterales de cemento donde duermen los reclusos más afortunados. El nivel siguiente es el hueco, la parte inferior de los camarotes, diseñada para guardar pertenencias, que rodea la carretera y conserva un poco más de calor en la noche (por venir trasladado de una cárcel en Pereira, Vera perdió su derecho a un hueco). El nivel más bajo, por la incomodidad y el frío que se cuela entre las rejas, es la carretera: allí, el profesor comparte colchón con un compañero. Sólo las remisiones o liberaciones permiten ascender a hueco o plancha. También se puede pagar por ellos: una plancha puede costar hasta $250.000.
Los reclusos se levantan a las 4:30 a.m. y durante el día permanecen en el patio, se la pasan deambulando, leyendo o jugando parqués. El momento más llevadero para Vera es en la tarde, cuando oye el programa radial La Luciérnaga.
Después de más de un año sin ingresos económicos, Ángela, su esposa, y su hija de 10 años, residentes en Medellín, casi no lo pueden visitar. Además, la “terapia”, o requisa de los visitantes que ingresan al penal, suele ser una humillación.
Usted se declara inocente. ¿Por qué lo capturaron?
Por un falso positivo de la Fiscalía, que está incurriendo en un fraude procesal al permitir una falsedad testimonial. En el caso de Alexánder, como precandidato al Concejo, buscan presentar un homicidio como esclarecido cuando eso no ha ocurrido. Simplemente están actuando de forma alevosa, encerrando a un grupo de personas que somos inocentes para poder encubrir los verdaderos intereses detrás de esa muerte.
Alexánder Morales lo invitó a hacer parte de una inversión que no funcionó y usted perdió mucho dinero. Los asuntos de negocios suelen deteriorar las relaciones. ¿Recuerda su último encuentro con él?
Debió haber sido en 2010. La relación con Alexánder siempre fue cordial, de amigos, de personas que se metieron en un negocio que después no se fraguó. Siempre fue muy serio al decirme que me iba a responder por la plata, y yo acepté, me quedé esperando a que me la devolviera. En ningún momento fue una relación desobligante.
¿Ha recibido intimidaciones o mal trato en la cárcel?
Para nada. Todos aquí tenemos un apodo, el mío es El Profe. Cuento con el respaldo y la simpatía de muchas personas. No he tenido problemas de seguridad; me preocupa más mi familia afuera. Estoy entre gente que me respeta y que respeto. Logramos convivir, que es lo más complicado en una situación de estas: el encierro de más de 160 personas en un espacio más pequeño que una cancha de fútbol.
¿Cuáles son las irregularidades que observa en este proceso?
Llegará el momento en que podré demostrar mi inocencia. La he predicado y gritado desde el 7 de junio del año pasado: a un sujeto (Carlos Andrés Velásquez Villada) que no debería tener credibilidad, la justicia se la dio toda. Lo otro es que, estando acá adentro, uno se da cuenta de que este caso no es extraño: hay muchos a los que la justicia, la Fiscalía, la Sijín les hacen trampa para que terminen encerrados. Espero salir con la frente en alto, demostrando que hay fuerzas extrañas y que la Fiscalía está trabajando para ellas. Como dice mi esposa: fui secuestrado por la Fiscalía.
¿Qué hay detrás de todo esto?
Detrás de este caso hay intereses que no han salido a la luz pública, que a mí no me interesa destapar, pero que sí reflejan un nivel de corrupción para esconder a los verdaderos culpables. La Fiscalía está empeñada en seguir satanizándonos y mostrar como si yo fuera un doctor Jekyll y míster Hyde: amable con los estudiantes y por detrás armando un complot de asesinato. Fui engañado, traicionado, y aun así espero que la justicia tenga el valor de aceptar que se equivocó. Estoy con otros tres compañeros, uno de ellos ya fue exonerado: la justicia demostró que no había hecho nada. Y la Fiscalía se quedó callada.

Cambios de fiscal

Según la Fiscalía, la supuesta motivación de Vera Zapata para cometer el crimen fue el incumplimiento de un pago que Morales Ortiz le debió hacer al acusado por una inversión relacionada con una mina de carbón en La Jagua de Ibirico (Cesar). En el negocio también participaron personas de Pereira, Cali y Bogotá. Además de Vera, han sido vinculados al proceso Wilson Espinosa Marín, conocido como Elkin Ricaurte o Pecueca, Jílder Antonio Aricapa Motato, alias El Indio, así como un menor apodado El Mono.
Según la defensa, el caso ha tenido algunas irregularidades, como la alta rotación de fiscales: cinco en siete meses. El abogado de Vera, Andrés Felipe Jaramillo, explica: “El proceso ha tenido cualquier cantidad de baches jurídicos. Tengo un enemigo natural dentro del proceso, el fiscal, y que él tenga un fiscal de apoyo es normal: se pueden confrontar. Ese opositor natural tiene un ayudante: el defensor de las víctimas. El Ministerio Público se suma a la bancada de la Fiscalía, con lo que tengo ya cuatro opositores. Pero en interrogatorios, contrainterrogatorios o interrogatorios cruzados hay un excesivo intervencionismo por parte del juez protegiendo a los testigos de la Fiscalía o coadyuvando casi a su trabajo, desequilibrando la balanza”.
Sobre la conducta irregular del ente acusador, la defensa relata: “Ha actuado de manera deshonesta, con argucias, y ha violado la ley. El juez convalida y omite las equivocaciones de la Fiscalía. En un juego limpio, sano, la Fiscalía debe entregarle todas las pruebas a la defensa, no puede esconderlas ni ocultarlas, y aquí nos las ocultaron y escondieron. En la audiencia del 11 de julio demostré errores de la Fiscalía, tanto que el fiscal tuvo que aceptar y reconocer su error, por lo que solicité lo obvio: el rechazo de una prueba documental de una experticia y la declaración de una perito que iba a atestiguar (...). La misma Fiscalía reconoció el error argumentando que su carga laboral era muy grande, que habían pasado cinco fiscales por este caso, y que por eso se les olvidó, que qué pena. Ante semejante adefesio, el juez hace un esguince, le busca la comba al palo y permite esa prueba”.
Entretanto, continúan las noches de insomnio de Wílmar Vera Zapata, quien escribe cuentos para conjurar su mayor angustia: saber que en Colombia la presunción de inocencia se queda en retórica.
Por: Ana Cristina Restrepo Jiménez

lunes, 15 de julio de 2013

Entrevista al abogado del periodista Wilmar Vera

Por Comité de Apoyo a Wilmar Vera

En la siguiente entrevista, el abogado defensor explica cuáles han sido –a su modo de ver– las irregularidades de la Fiscalía y del juez, en especial durante la última sesión del juicio.

¿En qué consisten sus quejas por la manera en que se ha venido desarrollando el proceso contra el periodista y profesor Wílmar Vera, en la ciudad de Pereira?
ABOGADO ANDRÉS FELIPE JARAMILLO: “El proceso ha tenido cualquier cantidad de baches jurídicos y un excesivo intervencionismo por parte de la Judicatura (el juez), desequilibrando una balanza que debe mantenerse como un equilibrio procesal entre las partes.

Tengo un enemigo natural dentro del proceso que se llama fiscal y que él tenga fiscales de apoyo es normal: se pueden confrontar. Ese opositor natural tiene un ayudante que es el abogado defensor de las víctimas, y está bien. El Ministerio Público se suma a la bancada de la Fiscalía, con lo que tengo ya cuatro opositores, y en eso no tengo problema. Pero en interrogatorios, contrainterrogatorios o interrogatorios cruzados hay un excesivo intervencionismo por parte del juez protegiendo a los testigos de la Fiscalía o coadyuvando casi al trabajo de ella.

La Fiscalía ha actuado de manera deshonesta, con argucias y ha violado la ley, y el juez convalida y omite las equivocaciones de la Fiscalía. En un juego limpio, sano, la Fiscalía debe entregarle toda la prueba a la defensa, no puede esconderla ni ocultarla, y aquí nos la ocultaron y escondieron.

En la sesión del jueves 11 de julio demostré errores de la Fiscalía, tanto que el fiscal tuvo que aceptar y reconocer su error, por lo que solicité lo que es obvio: el rechazo de una prueba documental de una experticia y la declaración de una perito que iba a atestiguar. Demostré que no podían ser tenidos en cuenta para el juicio; sin embargo, el juez convalidó esa equivocación grave por parte de la Fiscalía”.

Exactamente, ¿cuáles fueron los errores de la Fiscalía que avaló el juez?
ABOGADO ANDRÉS FELIPE JARAMILLO: “En la sesión del 11 de julio pasaron dos testigos de la Fiscalía que son dactiloscopistas. El objetivo de estos testigos era identificar jurídicamente a los tres acusados. El primer dactiloscopista identificaría a Wilson Espinosa Marín quien fue, según la teoría del caso, el sicario encargado de contactar al pistolero que, según la Fiscalía, buscó Wílmar Vera para orquestar el crimen. El error del juez radica en no haberle permitido a los otros abogados que no defienden a Espinosa Marín, entre ellos a mí, conocer el documento pericial con el que lo iban a identificar, ni dejó contrainterrogarlo, cuando esto hace parte del debate probatorio. Argumentó que yo no defiendo los intereses de Espinosa.

Uno no defiende personas sino causas. Hay un problema jurídico que es global que compromete a todos los acusados de esa sala de audiencias: si Espinosa fue supuestamente contactado para trabajar para Wílmar Vera, ¿cómo no iba yo a tener interés en conocer todas las pruebas que tengan que ver con Espinosa Marín? Porque si no es así, que abran un proceso y un juicio para cada uno de los involucrados y que sean entonces tres procesos diferentes. Si yo estoy en un debate probatorio tengo que conocer toda la prueba y contrainterrogar a todos los testigos que pasen en ese proceso, pero el juez no lo permitió.

El segundo error es que cuando termina ese testigo y llega una nueva testigo, una perito forense que cumple funciones de dactiloscopia. Ella iba a identificar jurídicamente a Wílmar Vera y a Jilder Antonio Aricapa Motato.

Cuando presentan a esa testigo, la Fiscalía descubre dos documentos, cada uno de cuatro folios. A mí me da copia de un documento y al defensor de Aricapa Motato otro. Esos documentos no los habían entregado antes, cuando la ley es clara y se lo exigía a la Fiscalía. Como es obvio, y asistiéndome la razón porque la ley lo dice así, le solicito al juez que rechace ese documento y la declaración de esa testigo, con base en esa opinión pericial.

El juez, obviando la ley y la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, dice que el Tribunal Superior de Pereira dijo en un caso parecido que no era necesario que se rechazara ese tipo de situaciones. Yo le expliqué al juez que el Tribunal de Pereira no hace jurisprudencia ni emite decisiones para todos los casos sino interpartes: ese es un asunto solo de ese proceso; en el que yo estoy es un asunto diferente.

Por eso interpuse un recurso de apelación ante la autoridad judicial superior, porque el juez admitió una prueba aducida de manera ilegal y eso yo no lo puedo permitir.

Como la Fiscalía obró dolosa y arbitrariamente porque nos estaba escondiendo las pruebas y luego, en forma descarada las muestran en juicio cuando lo debieron haber hecho antes, le digo al juez el error de la Fiscalía. La misma Fiscalía reconoció el error argumentando que su carga laboral era muy grande, que habían pasado cinco fiscales por este caso, que se enfermaron tres y luego llegaron dos, y que por eso se les olvidó, que qué pena… Ante semejante adefesio, el juez hace un esguince, le busca la comba al palo y permite esa prueba”.

¿Por qué afirma usted que el juez no está siendo imparcial y, por el contrario, está protegiendo a los testigos de la Fiscalía?
ABOGADO ANDRÉS FELIPE JARAMILLO: “Hay una sobreprotección de los testigos: se cree que la defensa los está atacando, cosa que no es verdad, yo solo los contrainterrogo. El juez interrumpe mucho los interrogatorios cruzados del defensor, impidiendo la organización de las ideas de uno como defensor y cortando la argumentación. Yo espero que eso lo haga el fiscal, como es natural, pero no el juez, eso es inaudito. Eso es como si en un partido de fútbol el árbitro pide el balón a un equipo y va y mete un gol. Eso es lo que está pasando”.

¿Por qué el juez está actuando de esa forma?
ABOGADO ANDRÉS FELIPE JARAMILLO: “No lo entiendo. En mi vida como litigante, y lo he hecho en muchas regiones del país, nunca me había ocurrido que me pasen un testigo por el frente y no me lo dejen interrogar. Eso solo me ha ocurrido en Pereira. ¿Por qué pasa allí? Todo esto es tan raro como ha sido la misma indagación e investigación de este caso.

Yo no voy a permitir estas arbitrariedades. Además, hay un acecho, una persecución: yo abro la boca y todo el mundo se me quiere venir encima, brinca el Ministerio Público… Cuando el Ministerio Público me ataca a mí, el juez no dice nada, pero cuando digo: señores del Ministerio Público, respétenme, yo no tengo nada contra ustedes, entonces el juez me ataca a mí.

Parece una cuestión de soberbia, de juego de poderes. Yo no me voy a enfrascar en eso: el problema es jurídico y del proceso. Ataquemos el problema: discutamos quién ordenó el homicidio y qué pasó, esto no es un problema entre abogados.

El asunto que percibo es que quieren callar al abogado de Wílmar Vera, y yo no me voy a dejar callar”.


jueves, 11 de julio de 2013

El (E) estado de las cosas

  • PUBLICACIONES RECIENTES
  • No soy abogada. Ignoro el còdigo penal, pero si entiendo el español.
    Luego de escuchar los audios de la corta audiencia de hoy, no tengo respuestas, si muchas dudas.
    Los doctores Andrès jaramillo y Castillo Ponce argumentaron desde la constituciòn, el còdigo penal y el còdigo civil pero el señor fiscal califica lo dicho de "discurso cantinero" y continua manejando una estrategia que ha presentado desde el jueves anterior, dado lo endeble del caso que esta entidad posee en contra de mi esposo y dos acusados mas. Declararse vìctima de los defensores, decir que han sido insultados y maltratados, intimidados ... es ahora su argumento.
    Es mi opiniòn muy personal, que como carecen de las herramientas jurìdicas para adjudicarse otro positivo, ahora usan como medida desesperada y de manera irresponsable la siembra de cizaña en el juez y magistrados que atienden este caso.
    ¿En què rifa se habrà ganado el fiscal ese tìtulo?
  • Hoy un nuevo golpe para mi esposo y nuestra familia. En la jornada de la mañana mientras daban testimonio los "testigos de plena identidad", la Fiscalia presento un documento de cuatro folios que no habìan entregado a la defensa. Se supone que esa etapa del proceso ya se agoto, por lo cual los defensores protestaron pero el juez no acepto sus reclamos; se hace necesario entonces recurrir a un tercero para que digan cuàl de las partes tiene la razon.
    El doctor Jaramillo dice que se pueden demorar tres meses para responder la demanda.
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viernes, 5 de julio de 2013

No hay pruebas, según publica El Espectador

Nacional |5 Jul 2013 - 11:27 am

La Fiscalía sustenta su hipótesis en el testimonio de un sicario

No hay pruebas contra periodista detenido

Wilmar Vera fue detenido el 7 de junio del año pasado porque, supuestamente, habría participado del asesinato de su amigo y socio Alexander Morales.

Por: Alberto Donadio
Wilmar Vera. /ArchivoWilmar Vera. /Archivo
El periodista Wilmar Vera está detenido hace un año, acusado de ordenar la muerte de un amigo, socio y ex alumno suyo, Alexander Morales Ortiz, asesinado en un restaurante de Pereira el 18 de marzo de 2011.
Wilmar Vera fue profesor de Morales en la Universidad Católica Popular de Pereira. Después fueron socios. Vera le entregó $50 millones en el 2008 para un negocio de transporte de carbón en la Jagua de Ibirico (Cesar). El negocio no marchó y Vera y otros socios perdieron la inversión.
En principio, el móvil existiría. Pero la única prueba contra Vera es la declaración del sicario. La Fiscalía capturó a Vera el 7 de junio del 2012 en Medellín, donde trabajaba desde antes del homicidio como docente de periodismo en la Fundación Universitaria La Salle en Caldas (Antioquia).
El sicario que disparó contra Morales, Carlos Andrés Velásquez Villada, fue detenido y está en la cárcel de La Dorada. Dijo a la Fiscalía que cuando lo contrataron exigió conocer a la persona que pagaba por el crimen y que lo vio salir de un taxi en Pereira. Lo describió como "más o menos bajito". Vera mide 1.74. Según el sicario, otras personas le indicaron que quien lo contrataba había sido decano en la Universidad Católica.
La Fiscalía no ha presentado pruebas que demuestren que Vera estuvo en Pereira cuando supuestamente lo vio el sicario, entre otros motivos porque ni el sicario ni la Fiscalía precisaron en qué día exacto fue visto Vera mientras se bajaba de un taxi en esa ciudad. Vera vivía en Medellín desde diciembre de 2010. La Fiscalía no aportó el tiquete de avión o de bus que pruebe que Vera viajó a Pereira. Ni existe prueba de que haya viajado en carro o por otros medios.
Contra Wilmar Vera solamente pesa el testimonio de una persona que ha tenido varias cuentas con la justicia. "Tiene toda la experiencia profesional de un delincuente", expresó Angela David, la esposa de Vera.
Cuando le imputaron cargos al profesor Vera hace un año, la fiscal Claudia Cristancho Vaca dijo que él debía probar que no había estado en Pereira. Afirmó textualmente: "Aquí la defensa no presentó ningún elemento material probatorio que dejara sin soporte la información que brindara Carlos Andres Vásquez Villada, pese a que critica ese interrogatorio y su contenido; no se presentó ninguna prueba teniendo la oportunidad de hacerlo".
El actual fiscal, Henry López Toro, dijo que no podía dar declaraciones. María Gladys Martínez, directora seccional de fiscalías en Risaralda, no devolvió una llamada. Diego Mariño, coordinador de prensa de la Fiscalía en Pereira, señaló que sobre las pruebas hay reserva del sumario. Sin embargo, cuando el profesor Vera fue detenido en Medellín, las autoridades en Pereira divulgaron ese mismo día la acusación del sicario. Diana Barreto, de la oficina de prensa de la Fiscalía en Bogotá, indicó que los fiscales son autónomos para manejar los procesos.
Vera sostiene que es inocente. Su abogado, Andrés Felipe Jaramillo, señaló que Vera "no tiene el don de la bilocación" y no podía estar al mismo tiempo en Medellín y en Pereira. Agregó: "La acusación es necia, es un desacierto de la justicia, Wilmar está padeciendo la ignominia de la justicia".
Este mes deben empezar las audiencias del juicio para escuchar los 60 testigos de la Fiscalía y los 60 de la defensa. Pero nadie ha ratificado que Wilmar Vera estuvo en Pereira, como afirmó Vásquez Villada.
El sicario es "un tipo mendaz", sostiene Jaramillo. En una tutela que Vásquez Villada presentó por otro asunto afirmó que una fiscalía de Pereira lo ha protegido. La cónyuge de Vera, Angela David, afirmó: "Mi esposo está secuestrado por la Fiscalía".
Por: Alberto Donadio

Declaraciones al Otún TV